A través de un comunicado difundido por Radio Okapi, señalaron que las personas que huyeron de las atrocidades cometidas por los grupos armados desde 2017 se enfrentan actualmente a escasez de alimentos y otras limitaciones en los distintos emplazamientos que las acogen.
Comentaron que uno de los asuntos más preocupantes es la falta de comida, debido a la suspensión de la ayuda alimentaria, como ocurre en campamentos en Irumu, Djugu, Mambasa y Mahagi, donde la última entrega se hizo a finales de febrero.
Otros sitios se tornan inaccesibles por razones de seguridad y quienes acuden a en busca de alimentos suelen sufrir emboscadas de hombres armados.
El coordinador de la sociedad civil de Ituri, Dieudonné Lossa, precisó que las condiciones son difíciles en los 57 emplazamientos que tiene la provincia, mientras un número indeterminado de personas viven con familias de acogida y otros se han refugiado en Uganda.
Remarcó que la escasez de alimentos y medicinas ya ocasionó la muerte de 70 personas desde enero hasta la fecha en el campamento de Nyamusasi, por la desnutrición, la anemia y otras enfermedades.
Lossa afirmó que la mayoría de los hijos de estos desplazados llevan cinco años sin ir a la escuela.
De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), el Plan de Respuesta Humanitaria para la RDC en 2024, que busca dos mil 600 millones de dólares, solo está financiado en un 17 por ciento, con 443 millones de dólares.
Esto implica que muchas organizaciones humanitarias se están quedando sin recursos para atender a los más de siete millones de desplazados en el este de la RDC debido a los conflictos armados.
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