El bombardeo anoche provocó el incendio en numerosas tiendas de plástico, lo cual, a su vez, quemó trágicamente a muchas personas, destacó la funcionaria en su cuenta en X.
“Esta crueldad, junto con el flagrante desafío al derecho y al sistema internacionales, es inaceptable”, subrayó.
Albanese afirmó que la guerra en ese enclave solo terminará con presión externa.
“Israel debe enfrentar sanciones, justicia, suspensión de acuerdos, comercio, asociaciones e inversiones, así como la participación en foros internacionales”, estimó.
En los últimos meses Albanese reclamó en varias oportunidades un embargo de armas y sanciones contra ese país al tiempo que pidió juzgar a sus dirigentes.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) también condenó el ataque israelí que causó 35 muertos y decenas de heridos.
El portavoz de la ANP, Nabil Abu Rudeina, afirmó que el bombardeo contra un área de la sureña ciudad de Rafah es “una masacre que superó todos los límites”.
Por su parte, el jefe del Consejo Nacional Palestino (Parlamento), Rawhi Fattouh, afirmó que la incursión confirma los planes israelíes de destrucción y limpieza étnica.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron el ataque, pero señalaron que el objetivo era un complejo de seguridad oculto del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) en el área de Tel Sultan.
Según las FDI, como resultado del bombardeo murieron Yassin Rabia, comandante del llamado cuartel general de Hamás en Cisjordania, y Khaled Najjar, otro funcionario de alto rango del grupo.
Medios de prensa israelíes revelaron que el Ejército usó al menos siete bombas de una tonelada cada una.
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