La medida entrará en vigor a partir del venidero 3 de junio y, según la propia entidad, tiene como propósito continuar materializando las instrucciones del Gobierno y del primer ministro vietnamita, Pham Minh Chinh, dirigidas a corregir la gran diferencia existente entre los costos nacionales y mundiales del preciado metal.

El 11 de mayo último el Ejecutivo vietnamita pidió realizar una inspección inmediata del comercio de lingotes de oro, en un intento por estabilizar los precios en el mercado interno tras registrarse un repentino incremento de los mismos.

En ese sentido, el vice primer ministro Le Minh Khai exigió que se realizara una evaluación integral de la producción y el comercio de lingotes de oro de las empresas, y demandó mayores esfuerzos para reducir la brecha cada vez mayor entre los valores nacionales y mundiales del metal.

Minh Khai realzó además la necesidad de garantizar que el mercado interno opere de manera estable, efectiva, saludable, abierta, transparente y de acuerdo con la legislación vigente.

Previamente, en abril pasado, el BEV había reanudado, tras casi 11 años de suspensión, la subasta de lingotes del metal precioso con miras a incrementar la oferta en el mercado y propiciar así la disminución de los precios.

Desde el 19 de abril hasta la fecha el Banco Estatal de Vietnam organizó nueve licitaciones, seis de las cuales se llevaron a cabo exitosamente mientras otras tres se cancelaron al no alcanzarse la cantidad suficiente de entidades participantes en la puja.

El BEV anticipó además planes de inspección a las transacciones de oro realizadas por bancos comerciales y empresas en las cuales se examinarán las operaciones realizadas entre el 1 de enero de 2020 y el 15 de mayo de 2024, con la posibilidad de extender la investigación más allá de este plazo si se considerara necesario.

En opinión de especialistas financieros, el empleo de facturas electrónicas para todas las transacciones de oro garantizaría la transparencia de este mercado, que se ha vuelto volátil en el último tiempo.

La diferencia entre los precios locales y globales llegó a alcanzar los 20 millones de VND (poco más de 785 dólares) por tael (unidad de medida equivalente a unos 37,5 gramos), lo cual plantea un alto riesgo de contrabando, advirtieron.

Sin facturas electrónicas, señalaron los expertos, podría resultar difícil para las agencias de gestión controlar el número de lingotes de oro comercializados, lo que daría lugar a evasión fiscal, contrabando y especulación.

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