Según un informe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán se ha descartado el sabotaje como causa de la caída de la nave aérea.
El documento –dado a conocer la víspera- añade que las pruebas realizadas en los restos y partes del helicóptero, así como el patrón de su dispersión y la distancia de las piezas separadas del cuerpo principal, descartan la ocurrencia de una explosión por sabotaje durante el vuelo.
Además, el informe confirmó que «no se observaron rastros de guerra electrónica en el helicóptero accidentado».
La agencia noticiosa iraní Tasnim que reflejó también el comunicado oficial, añade que el examen de los documentos de mantenimiento y reparación no revelaron problemas que pudieran haber contribuido al accidente.
Asimismo apunta que no hubo señales de fallas en el sistema de comunicación o interferencias de frecuencias que impidieran que el helicóptero presidencial se pusiera en contacto con el grupo de vuelo.
Por último, el Estado Mayor destacó que el análisis de datos continuarán hasta que se identifique la causa principal del incidente.
El presidente Raisi, junto con el ministro de Relaciones Exteriores Hossein Amir-Abdollahian y otras seis personas, fallecieron al caer el helicóptero en que viajaban el pasado 19 de mayo, en el noroeste del país, provincia de Azerbaiyán Oriental.
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