En un comunicado, sus familiares precisaron que la operación tuvo lugar el 17 de este mes, fecha desde la cual permanecía en terapia intensiva en el Hospital de Morón y las afecciones preexistentes agravaron su situación.
Reconocida por su lucha incansable en defensa de la vida y los derechos humanos, Norita se unió a las Madres después del secuestro de su hijo Gustavo, ocurrido el 15 de abril de 1977 durante la última dictadura cívico-militar en este país (1976-1983)
Su sensibilidad y su ideario indiscutido en defensa de los que menos tienen hizo que se ganara el respeto y cariño de los pueblos. Estuvo acompañada y sostenida por el amor de su familia hasta el último momento y agradecemos todas las expresiones de reconocimiento y afecto hacia ella, señala el mensaje de sus seres queridos.
Profundamente preocupada en estos tiempos por la grave situación de nuestro país, dispuesta a estar presente donde hubiera una injusticia, luchó hasta el último momento por la construcción de una sociedad más justa. Nos queda el orgullo de haber compartido su vida, su impronta y su enseñanza que dejarán en su familia y en la sociedad una huella imborrable, concluye.
Apodada la madre roja, Cortiñas formó parte de las mujeres que denuncian desde hace décadas la desaparición de alrededor de 30 mil personas en Argentina y acompañó los reclamos más recientes de los trabajadores, estudiantes y defensores de las causas justas.
Además, participó en las acciones para buscar la igualdad de género y legalizar el aborto.
Siempre sintió un especial cariño hacia Cuba y tuvo la oportunidad de reunirse con el Comandante Fidel Castro (1926-2016).
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