Junto al ministro de Energía y Aguas, João Baptista Borges, el mandatario asistió al acto de comienzo de las operaciones de la tercera turbina de la estación, con lo cual el emplazamiento pasó de 27,2 MegaWatts (MW) a 40,8, que beneficiarán a los pobladores de Huíla y la provincia de Namibe.

La central que empezó a funcionar en 1959, recibió rehabilitación desde 2019, en lo cual el Gobierno ha invertido más de 106 millones de euros entre infraestructura, equipos para el enclave, la subestación y la red eléctrica en Matala, con una población estimada de 355 mil 456 habitantes.

La intervención permite disminuir la explotación de las centrales térmicas y, por consiguiente, disminuir el consumo de combustibles fósiles y reducir la emisión de gases de efecto invernadero, destacaron las autoridades locales.

El administrador municipal de Matala, Miguel Vicente, declaró a Jornal de Angola que la estación posibilitará llevar más energía eléctrica a la población, en especial a los nuevos barrios.

El país ha dado un salto importante en el abandono de los combustibles fósiles, que en el 2015 soportaban el 61,12 por ciento del total de la electricidad producida, para quedar reducido a un 36,66 en el 2023.

El propósito es que en el 2027 las centrales térmicas solo sean responsables del 23,50 por ciento de la generación, con lo cual no solo se incrementaría el ahorro de combustibles y recursos monetarios, sino también disminuirían las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

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