“No hay que ser palestino para apoyar a Palestina, cualquier ser humano apoya con solidaridad nuestra causa”, señaló Siman Kury, de la Unión Palestina para América Latina (UPAL) durante el acto celebrado en esta capital.
Grupos representativos de organizaciones salvadoreñas, entre los que no faltaron miembros del Frente Farabundo Martí (FMLN), veteranos, universitarios y salvadoreños en general se dieron cita en el plantón en la Plaza Palestina, celebrado en la tarde de este domingo para condenar el genocidio en Gaza que ya dura más de 240 días, según Kury.
El activista destacó la resistencia del pueblo árabe contra uno de los ejércitos más reconocido del mundo, lo que es muestra de la resistencia y la voluntad por la libertad.
Palestina quiere ser libre, remarcó, y denunció la complicidad de las potencias occidentales con el primer ministro Benjamín Netanyahu y su política criminal y genocida.
Agradeció el apoyo a la causa de su pueblo, mientras los grandes medios corporativos pagados ocultan la verdad y guardan silencio.
Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otras naciones occidentales apoyan el asesinato de nuestro pueblo.
La guerra no es contra el pueblo judío, la guerra es contra la política criminal de la elite gobernante en Israel, subrayó al destacar que muchos judíos, especialmente jóvenes, se oponen a la política de exterminio del pueblo palestino.
Por su parte, Miguel Hoffman, un judío estadounidense residente en El Salvador, destacó el rechazo de los jóvenes en Estados Unidos a la política de la administración de Joe Biden y su complicidad con el gobierno de Netanyahu.
“Si el genocidio alemán contra el pueblo judío fue malo durante la Segunda Guerra Mundial, es malo ahora. Mi familia –aseguró- fue víctima del crimen de los nazis y se preguntó porqué el estado supuestamente judío está lanzando un proyecto de genocidio contra un pueblo que no tiene que ver nada con lo que le pasó a los judíos en Europa”.
Hoffman denunció la campaña occidental que culpa a la solidaridad de ser antisemita y aseguró que si no fuera por la política y la ayuda de Washington, las autoridades israelíes no tuvieran recursos para esta guerra de exterminio del pueblo árabe.
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