El jefe de la Comisión de Resistencia al Muro y a la Colonización, Moayed Shaaban, detalló en un comunicado que el Ejército y la Policía ejecutaron 996 y los colonos 221.
En su informe mensual sobre “las violaciones de la ocupación y la expansión colonial”, Shaaban explicó que 182 de esas agresiones ocurrieron en la zona ocupada de Jerusalén oriental, 180 en la gobernación de Hebrón y 179 en la de Nablus.
Alertó sobre las medidas y leyes que otorgaron a los colonos más poderes para aumentar los niveles de expropiación de tierras palestinas en la Ribera Occidental.
Como ejemplo citó el robo de terrenos de las aldeas de Nahalin y Al-Jaba’a, ubicadas en la gobernación de Belén, con el pretexto de “incautación con fines militares”.
El texto advirtió que las autoridades israelíes aprobaron tres proyectos coloniales en ese territorio y estudian otros cinco.
Recordó que en mayo el Ejército emitió una orden ejecutiva que permite a los colonos volver a construir en tres asentamientos evacuados en el norte de Cisjordania. Durante ese mes, Israel ejecutó 47 operaciones de demolición de estructuras palestinas, que afectaron a 66 instalaciones, incluidas 35 viviendas habitadas, cinco deshabitadas y 15 obras agrícolas, subrayó.
Se calcula que más de 750 mil colonos viven en la Ribera Occidental y Jerusalén Este, pese a los reclamos de la comunidad internacional, que considera esas tierras partes del futuro Estado palestino.
El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (Unrwa) afirmó la pasada semana que mientras la guerra se desarrolla en la Franja de Gaza, en Cisjordania otra pasa desapercibida.
Las operaciones militares, la destrucción, las restricciones de movimiento y la pobreza generan miedo, incertidumbre y ansiedad allí, señaló el comisionado general de la Unrwa, Philippe Lazzarini.
jf/rob





