El Ejército y la Policía de Tel Aviv arrestó a más de nueve mil ciudadanos en la Ribera Occidental, advirtieron en un comunicado conjunto la Autoridad de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros, el Club de Prisioneros y la Fundación Addameer.
De esa cifra, unas 300 son mujeres; 635, menores de edad, y 80 periodistas, detalló el texto.
Hasta la fecha al menos 18 reclusos palestinos murieron en las cárceles israelíes desde el 7 de octubre, cuando el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) lanzó una sorpresiva operación contra las fuezas ocupantes.
La declaración precisó que en ese lapso se presentaron más de cinco mil 900 órdenes de detención administrativa contra adultos y menores.
Esa polémica norma permite al règimen de Tel Aviv apresar a palestinos por intervalos renovables que suelen oscilar de tres a seis meses sobre la base de pruebas no divulgadas, que incluso el abogado del acusado tiene prohibido ver.
La campaña de detenciones en curso va acompañada de una escalada de crímenes y violaciones, abusos, palizas severas y amenazas contra familias enteras, advirtieron las organizaciones.
También criticaron los asaltos y destrucción en viviendas durante las operaciones de arresto, así como las incautaciones de vehículos, dinero, joyas y oro.
Esos datos no incluyen a una gran cantidad de palestinos encarcelados en la Franja de Gaza como parte de las operaciones castrenses en ese territorio, y cuyo número se desconoce.
En los últimos meses, numerosas organizaciones palestinas e internacionales denunciaron en repetidas ocasiones el incremento de los maltratos y torturas a la que son sometidos los detenidos en las prisiones israelíes.
A mediados de abril, el Parlamento Árabe reclamó la formación de un comité internacional para investigar tales acusaciones.
arc/rob





