De acuerdo con activistas, la acción terrorista apuntó contra un grupo de pastores en los alrededores de la localidad de Abú Yaliya, en las zonas desérticas de Homs, asesinando a seis de ellos.
Tras el ataque, se registró un enfrentamiento entre los extremistas atacantes y las fuerzas de seguridad y del ejército desplegadas en el lugar para hacer frente al ataque, lo que causó la muerte de un efectivo de seguridad y tres militares.

Según la fuente, otros seis civiles resultaron heridos y han sido trasladados al hospital de la zona.
El día 4 de mayo, al menos 17 uniformados sirios perdieron la vida y otros resultaron lesionados en ataques terroristas simultáneos contra tres puntos en la vasta región desértica de Al-Badieh, en el este de esta nación levantina.
Mientras el 19 de abril, al menos 15 personas perdieron la vida y otros resultaron lesionados en similar ataque terrorista contra un autobús en el este de esta nación levantina.
En Al-Badieh, que abarca las zonas desérticas de las provicias de Homs, Hama, Deir Ezzor, Raqa, Damasco-campo y Sweida, incrementan los ataques de dicha agrupación terrorista, cuyos integrantes, según denuncias de Damasco, reciben apoyo logístico, protección e información de inteligencia por parte de los militares norteamericanos en el Tanef.
Según analistas, el Daesh recurre, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca apoyado en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas sirias y sus aliados.
Siria enfrenta una guerra impuesta desde 2011, y aunque su ejército, con el apoyo de sus aliados Rusia e Irán, liberó la mayor parte del territorio nacional de los radicales, ocurren algunos ataques que Damasco atribuye a grupos apoyados desde el exterior para seguir desestabilizando al país.
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