“Estamos a punto de cerrar acuerdo con el FMI”, declaró a la televisora Rusia Today (RT) en español el vicepresidente de la República, Félix Ulloa, quien aseveró que su país superó señalamientos exigidos por la entidad crediticia para arribar a un pacto por mil 300 millones de dólares.
Sin dar detalles, el dignatario sostuvo que ya todo está superado resepecto a las exigencias sobre la utilización del bitcóin como moneda de curso legal.
Si bien no explicó más detalles, Ulloa se refirió al tema al ser consultado por la diversificación de fuentes crediticias desde las cuales el gobierno de El Salvador obtuvo financiamiento para llevar a cabo sus proyectos.
“El Salvador ha tratado siempre de diversificar su deuda externa, no solo nos hemos quedado con las instituciones tradicionales, como Banco Mundial; Fondo, con quien estamos a punto de cerrar un acuerdo”, apuntó.
No obstante, el adelanto, sectores populares recuerdan que en su discurso de investidura, el presidente Nayib Bukele anunció que para este segundo mandato se enfocará en resolver el problema de la economía y a la vez que anticipò la aplicación de “medicina amarga”.
Tras solventar los problemas se seguridad, el gobernante habló de “un nuevo tratamiento” para sanar la economía, quizá también haya que tomar «medicina amarga», lo cual pudo ser un adelanto de un compromiso gubernamental para alcanzar un acuerdo que apretará más el cinturón a los de a pie.
El país negocia un trato cuando la deuda pública pasó de poco màs de 19 mil 280 millones de dòlares a unos 30 mil millones durante el primer mandato, de acuerdo con datos del Banco Central de Reserva, algo que según estimó el académico Óscar Picardo, se debe, entre otras cosas a que este es un gobierno muy gastador.
Para el Banco Mundial el acuerdo con la entidad le permitiría al país afrontar sus necesidades de financiamiento para los próximos dos años aunque aumentará su deuda pública aun más, y muy probable la disminución del gasto recaería sobre programas sociales.
Los dos requisitos más importantes para poder solicitar al Fondo la Línea de Créditos Flexible es que el país cuente con variables económicas «estables» y una garantía institucional de que se mantendrá la política económica que requiera el organismo para cumplir con sus compromisos financieros.
La gran interrogante ahora es cuál será la “medicina amarga” que recetará Bukele a sus coterraneos como parte de sus planes de encaminar la economía.
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