El Ministerio de Salud del enclave costero explicó en un comunicado que la planta y muchos refrigeradores que guardan medicamentos para ser distribuidos en la zona estuvieron expuestos a daños por la falta de diésel para operar el generador que los alimenta.
La entidad llamó a Naciones Unidas e instituciones internacionales y humanitarias a intervenir de forma urgente para evitar una crisis de graves consecuencias.
En reiteradas ocasiones, las autoridades de ese enclave alertaron sobre la paralización del trabajo en hospitales y centros de salud allí por las carencias de combustible y medicamentos, además de los daños causados por los ataques israelíes.
Hace 15 días, la Agencia Palestina de Noticias e Información (Wafa) denunció que el sistema de salud en el territorio es uno de los principales objetivos de la ofensiva israelí.
Las Fuerzas Armadas de esa nación no limitaron su guerra a ataques directos, también amenazaron, asediaron y forzaron la evacuación de hospitales, señaló la fuente.
Además, impidieron que esos centros obtuvieran suministros básicos, como medicinas, combustible y agua, afirmó.
Wafa también acusó a los militares de matar a pacientes, personal médico y desplazados que se refugiaron en el interior de esas instalaciones.
Recientemente, la Red Palestina de Organizaciones No Gubernamentales instó a la ONU a declarar Gaza como zona de desastre debido al hambre, la contaminación ambiental y la propagación de enfermedades tras ocho meses de guerra.
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