En una infografía publicada en su cuenta en X, el organismo de la ONU destacó que esa política afectó a casi mil personas, incluidos menores de edad.

Desde que comenzaron los reportes sobre el tema, en 2009, las autoridades de Tel Aviv derribaron unas derribó màs de 10 mil 800 estructuras palestinas, una política que obligó a desplazarse a casi 16 mil 500 ciudadanos, detalló la imagen.

En un reciente informe anual sobre la zona ocupada de Jerusalén Este, el gobierno palestino revelò que en 2023 se demolieron 316 estructuras y se emitieron órdenes para destruir otras 263 en esa región del centro urbano.

Hace dos meses, la organización israelí de derechos humanos Ir Amin denunció el aumento de las tasas de demolición de viviendas palestinas en ese territorio como parte de la agresiòn del Ejèrcito de Tel Aviv desde el estallido del nuevo ciclo de violencia en la región, el 7 de octubre de 2023.

“Parece que el Estado de Israel ha estado experimentando la euforia de demoler viviendas en Jerusalén Este, mientras decenas de familias palestinas se encuentran en la calle sin un techo sobre sus cabezas”, subrayó.

Ir Amim destacó que esa estrategia es solo una parte de una amplia serie de medidas represivas e intimidatorias que Israel utiliza contra los palestinos en la ciudad sagrada para cristianos, judìos y musulmanes y en la Ribera Occidental en general, y que incluyen castigos colectivos, violencia policial y desalojo.

Se calcula que 250 mil colonos judíos están afincados en la zona oriental de la ciudad, que la comunidad internacional considera la capital del futuro estado palestino, mientras otros 500 mil viven en el resto de Cisjordania.

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