Según el nuevo pronóstico, las necesidades de las economías asiáticas en rápido crecimiento, así como del sector aeronáutico y petroquímico impulsarán el consumo de crudo en los próximos años.
Pero los incrementos previstos serán contrarrestados por diversos factores, entre ellos, las mayores ventas de vehículos eléctricos, la mejora de la eficiencia de los carros convencionales y el menor uso del petróleo para la generación de electricidad en Oriente Medio, consideró la entidad.
Por los cálculos de la AIE, la demanda global de petróleo, que alcanzó una media de aproximadamente 102 millones de barriles diarios en 2023, se estabilizará cerca de los 106 millones de barriles diarios hacia finales de la presente década.
Estados Unidos y otros productores del continente americano encabezarán el alza de las extracciones de hidrocarburos en los próximos años y, a juicio de la AIE, esto supondrá que para 2030 la disponibilidad mundial de crudo superará a la demanda solvente con vistas al consumo.
La capacidad total de oferta subirá hasta casi 114 millones de barriles al día en 2030, es decir, podría haber ocho millones de barriles diarios por encima de la demanda mundial prevista, dijo la agencia con sede en París y creada por Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Al decir de la fuente, los niveles de capacidad excedentaria podrían tener importantes consecuencias para los mercados del petróleo, incluidas las economías productoras.
Pese a la ralentización del crecimiento, se prevé que la demanda mundial de petróleo siga siendo 3,2 millones de barriles diarios mayor en 2030 que en 2023, acotó el diagnóstico.
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