El texto, que recibió 14 votos a favor y la abstención de Rusia, llamó a evitar una catástrofe al manifestar profunda preocupación por el estallido de los combates en la urbe y el riesgo de una mayor escalada.
La resolución reclama a las fuerzas rivales garantizar la protección de los civiles, lo que incluye permitir que las personas entren y salgan de El Fasher si así lo desean.
Además exige facilitar el paso rápido, seguro, sin obstáculos y sostenido de ayuda humanitaria para los civiles necesitados, incluso eliminar impedimentos burocráticos y de otro tipo.
Igualmente, llama a aumentar la cooperación con las agencias de la ONU y reabrir urgentemente la frontera de Adre con Chad en un esfuerzo por ampliar la asistencia humanitaria.
La propuesta presentada por la representación de Reino Unido envió un mensaje claro a las fuerzas paramilitares sobre el resultado catastrófico de una mayor ofensiva en El Fasher, donde se resguardan 1,5 millones de personas refugiadas del conflicto en Sudán.
Antes, la ONU había advertido sobre las consecuencias para los civiles de llegada de las hostilidades a la única zona en la vasta región de Darfur no controlada en su totalidad por las RSF.
Esta semana, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) confirmó que al menos seis menores murieron desde el 7 de junio en la ciudad mientras que otros miles permanecen están atrapados en medio del aumento de los combates sin poder llegar a un lugar seguro.
La Unicef exigió a las partes reducir inmediatamente las tensiones, permitir el movimiento seguro y voluntario de civiles, así como garantizar la protección de la población y los bienes de carácter civil, mientras aumenta la amenaza además para los trabajadores humanitarios.
Por su parte, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios reclamó protección para el personal de ayuda en Sudán y en todo el mundo luego de que esta semana un trabajador muriera por complicaciones en una herida de bala sufrida el 1 de junio.
El miembro de la ONG Relief International recibió un disparo cuando regresaba al campo de desplazados de Zamzam, después de transportar a una paciente al hospital de maternidad de El Fasher, dijo al respecto la ONU.
Según el organismo, ese fue el sexto trabajador humanitario asesinado en Sudán en las últimas seis semanas.
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