«Como parte de un acuerdo de seguridad con Ucrania, se compromete a celebrar consultas sólo en caso de alguna situación de emergencia para Ucrania, mientras que cualquier futuro presidente podrá abandonar por completo este documento», subrayó el jefe del Centro de Asuntos Militares y Estudios Políticos en el Instituto de Estados Unidos y Canadá de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladimir Batyuk.
El día anterior, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y su par estadounidense, Joe Biden, firmaron un acuerdo de seguridad al margen de la cumbre del G7.
«De acuerdo con la Casa Blanca esto no incluye ninguna obligación por parte de Washington de utilizar sus fuerzas para proteger a Ucrania. Tampoco contiene obligaciones monetarias para la parte estadounidense», aseguró Batyuk.
En abril, el jefe de la oficina de Zelenski, Andriy Yermak, solicitó al lado estadounidense, como parte de un futuro acuerdo de seguridad, el mismo nivel de protección que a Israel.
«Desde un punto de vista puramente jurídico, según este acuerdo, los Estados Unidos pueden discutir con Ucrania alguna situación de emergencia que pueda surgir en la política exterior de ese país eslavo. Además, este acuerdo no es un tratado internacional, es una orden ejecutiva», precisó el experto.
Refirió que ni siquiera la administración de Biden quiere asumir responsabilidades excesivas con respecto a Ucrania y las obligaciones con Kiev son significativamente inferiores a las que Washington tiene con Israel.
«Aquí es necesario señalar la colosal influencia del lobby israelí en los Estados Unidos y el sentimiento en el llamado cinturón bíblico de Norteamérica, donde Israel es visto como un Estado creado por Dios, un Estado sagrado», apuntó.
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