Participan todos los seguidores en el Hajj al menos una vez en su vida durante el Día del Sacrificio siempre que estén en buena forma física y financieramente capaces. La tradición está marcada por oraciones, alegría, generosidad y bondad hacia los pobres.
Las principales ciudades del país acogen las celebraciones encabezadas por líderes religiosos y funcionarios gubernamentales de alto rango.
A propósito del Eid al-Adha, el primer ministro Abiy Ahmed envió su saludo cordial a la comunidad musulmana que conmemora “la inquebrantable devoción de Ibrahim por cumplir el mandato de Dios al estar dispuesto a sacrificar a su hijo Ismail como acto de obediencia”.
Destacó la importancia de soportar la adversidad y hacer sacrificios por el bien común y llamó a los etíopes a pagar los sacrificios necesarios para la prosperidad del país.
Convocó, a favor de una paz duradera, a llevar el diálogo nacional a todas partes del país, a pasar del conflicto étnico a los debates y sacrificar los intereses personales para un bien colectivo.
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