El alza de los gravámenes forma parte de la Ley de Finanzas a debate en el Parlamento e incluye un aumento del 16 por ciento al impuesto del valor agregado al pan y de 2,5 por ciento anual a la propiedad de vehículos.
Fuentes oficiales anunciaron de inmediato la retirada del tributo al pan como fórmula para apaciguar las protestas durante las cuales la Policía empleó gases lacrimógenos a discreción.
El incremento de las cargas forma parte del programa de austeridad formulado por el presidente keniano, William Ruto, quien tan pronto ocupó el sillón Ejecutivo en septiembre de 2022 retiró el subsidio a los combustibles y detonó un alza de la inflación que complicó aún más la vida de los sectores más desfavorecidos.
De su lado, el jefe de la Policía de esta capital, comandante Adamson Bungei, aclaró que ninguna agrupación o partido recibió permiso para organizar protestas en el territorio metropolitano.
A pesar de las aclaraciones del oficial, portavoces de entidades participantes en las protestas dijeron que mantienen vigente la convocatoria para hoy a una sentada en los accesos al legislativo.
La tendencia a la colisión entre el gobierno y oposición y sociedad civil, parece escrita en las estrellas pues Ruto mantiene su postulado de que “los kenianos deben vivir dentro de sus posibilidades” y la oposición decidida a evitar nuevos aumentos en los impuestos.
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