En esta ocasión, la Consulta debate en torno a la Protección en Contextos de Desplazamiento Forzado por Desastres, y deviene en un espacio para discutir sobre la necesidad de promover soluciones concertadas para fortalecer, como respuesta regional, la protección y resiliencia de las personas desplazadas por los efectos del cambio climático.
Durante la víspera, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, participó en la instalación del evento que lidera el Gobierno de Chile con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), y la asistencia de Colombia y México.
En su intervención, el canciller expuso que se llegó a esta tercera fase del proceso de consultas tras recorrer un camino de reflexión sobre los importantes desafíos de la región en materia de protección internacional y con el firme propósito de construir entre todos y para todos, la guía para el cuarto decenio de la Declaración de Cartagena sobre refugiados.
“Nos convoca una temática urgente, que es la protección, de las personas en contexto de desplazamiento forzado, por desastres naturales. Esto es crucial, tanto por la magnitud de la de la problemática de nuestra región, como por su impacto en las poblaciones más vulnerables”, afirmó Murillo.
Cartagena +40 nació de la declaración adoptada sobre los Refugiados en 1984 en esa ciudad norteña de Colombia y constituye uno de los instrumentos jurídicos más importantes de las últimas décadas en materia de protección y soluciones en América Latina y el Caribe.
Con su adopción, nació el Proceso de Cartagena, un modelo pionero de colaboración regional y de responsabilidad compartida que se enfoca en la promoción de soluciones.
Desde 2004, la región ha adoptado planes de acción decenales -en concreto, el Plan de Acción de México de 2004 y el Plan de Acción de Brasil de 2014- para abordar los desafíos cambiantes del desplazamiento.
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