En un comunicado por el Día Mundial del Refugiado, el diplomático solicitó también al gobierno indio incrementar los esfuerzos humanitarios con un mayor aporte material y financiero al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Medio Oriente (Unrwa, según sus siglas en inglés).
Exhortó a Nueva Delhi un esfuerzo constante y diligente con otros países, Naciones Unidas y organizaciones internacionales para garantizar la implementación de la Resolución 194 de 1948.
Dicha normativa establece, entre otros aspectos, el derecho inalienable de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares desde donde fueron desplazados y una indemnización por bienes perdidos o dañados, recordó.
El diplomático convocó, además, a las autoridades indias a incrementar su participación en Unrwa con una mayor prestación de servicios y respuesta adecuada a los desplazados por la guerra sionista.
Precisó que el organismo de la ONU atraviesa dificultades para brindar asistencia en la Franja de Gaza debido a los continuos ataques israelíes y la gran destrucción en todos los campamentos.
A propósito de la ocasión, Abu Jazer reiteró, en nombre de su pueblo, el llamamiento a la comunidad internacional para que cumpla con su responsabilidad de detener la agresión israelí y también los ataques sionistas contra la Unrwa que buscan la interrupción de la asistencia humanitaria especialmente en la Franja de Gaza.
Según estimaciones de la referida entidad, en el año 2020, el número de refugiados palestinos ascendió a unos seis millones 400 mil, distribuidos en 58 campamentos en Jordania, Siria, Líbano, Cisjordania y la Franja de Gaza, acotó el asesor de prensa.
Con el reforzamiento de la incursión militar israelí después del 7 de octubre de 2023, fueron desplazados de manera forzosa de sus hogares casi dos millones más por las atroces masacres y limpieza étnica contra ellos, denunció el diplomático.
Agregó que las fuerzas de ocupación israelíes atacaron edificios, escuelas y clínicas de salud de la agencia internacional en Gaza y mataron a 192 de sus empleados, entre ellos a Waibhav Anil Kale, un oficial retirado del ejército indio que trabajaba con Naciones Unidas.
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