Según la información difundida, los recursos se asignarán, en particular, a acciones de formación artística y cultural; apoyo a iniciativas y proyectos; fortalecimiento de la Red de Bibliotecas Públicas; protección de las lenguas nativas y conservación del patrimonio de esos territorios ubicados a unos mil 200 kilómetros al noroeste de esta capital.

En el primero de esos ámbitos se estima que se beneficiarán mil 200 niños y adolescentes, con el programa Sonidos para la Construcción de Paz.

Esta iniciativa llevará música a seis establecimientos educativos, cuatro de San Andrés y dos de Providencia, y generará empleo para formadores en artes locales.

Asimismo, con el programa Sonidos de Esperanza se realizarán procesos de formación en iniciación musical en un Centro Batuta ubicado en San Andrés, que atiende a 140 niños y jóvenes.

También se promoverán y fortalecerán los ecosistemas culinarios asociados a la alimentación y cocinas tradicionales en el marco del programa Cocinas para la Paz y, para el cuidado del Patrimonio Cultural Inmaterial, se llevarán a cabo procesos de formación y generación de capacidades alrededor de los Planes Especiales de Salvaguardia.

Por otro lado, las bibliotecas públicas, las redes departamentales y municipales se beneficiarán con la dotación o actualización bibliográfica, asesoría técnica y procesos de formación a bibliotecarios.

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