Se estima que más de dos mil personas resultaron afectadas por las precipitaciones en 36 ciudades de 13 provincias de esta nación sudamericana.

La mayor parte de fallecidos se registró tras el alud ocurrido en una zona cercana a la ciudad turística de Baños de Agua Santa, en la provincia andina de Tungurahua.

En esa localidad, hasta el momento, se han registrado catorce personas muertas y veintiocho heridas. Los otros cuatro fallecidos perdieron la vida a consecuencia de deslizamientos e inundaciones en la provincia de Chimborazo.

La Secretaría también registró 21 viviendas destruidas y otras 88 con daños menores, más de 34 kilómetros de vías dañadas, seis puentes destruidos y dieciocho afectados, además de otros dieciséis inmuebles públicos irrecuperables y otros 38 con daños.

Asimismo, las operaciones de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande de Ecuador, y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), se encuentran en riesgo por la erosión del río Coca, en la Amazonía.

La estatal Petroecuador anunció que activó un plan de contingencia debido a las lluvias en la provincia amazónica de Napo y a la suspensión del bombeo por el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) desde el lunes pasado por el avance de la erosión del río Coca, fenómeno agravado por las precipitaciones.

La compañía sostuvo que se mantienen las operaciones y bombeo por el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), oleoducto administrado por Petroecuador, e indicó que está previsto reprogramar las entregas de crudo pendientes de junio.

Mientras tanto, especialistas advierten que el proceso de erosión del río podría destruir las obras de captación de la central hidroeléctrica, Coca Codo Sinclair y quedaría inutilizada.

El caudal allí llegó a tres mil 354 metros por segundo, según reportes de la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec). Esa hidroeléctrica es considerada clave para cubrir la demanda de electricidad en todo el territorio nacional, pues abastece con el 25 por ciento.

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