Por segunda jornada consecutiva, tras una carta enviada ayer a los franceses, el mandatario expuso la tesis de que su campo, el oficialismo, es el único conveniente para el país, aunque en su mensaje de este lunes fue más allá, una postura que desde la oposición no tardaron en tildar de irresponsable.
A solo seis días de la primera vuelta de las legislativas, Macron afirmó que el programa de los extremos propicia la guerra civil, en alusión a Agrupación Nacional (RN), un partido identificado con la extrema derecha, y a La Francia Insumisa (LFI), una de las fuerzas integrantes del bloque de izquierda Frente Popular.
Las encuestas sitúan a RN con una amplia ventaja en las intenciones de voto para las legislativas del 30 de junio, con al menos un tercio de ellas, seguido por el Frente Popular, con un 27-29 por ciento, relegando al gobernante Renacimiento y sus aliados a la tercera posición, con 20 puntos porcentuales, bien lejos de la ansiada mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
El programa de la extrema derecha contra la inseguridad divide a las personas, por cuestiones de religión u origen, lo cual pudiera conducir a la guerra civil, subrayó el jefe de Estado, quien acusó a LFI de promover el comunitarismo, “que también tiene detrás a la guerra civil”.
Poco después, el primer ministro Gabriel Attal imitó a Macron, alegando que LFI alimenta a RN y viceversa.
La victoria de los extremos podría generar violencia, asumió el jefe del Palacio de Matignon, quien tendría los días contados en el puesto si uno de los bloques opositores, mucho mejor situados en los sondeos, consigue la mayoría absoluta en la Asamblea (al menos 289 de sus 577 diputados).
El presidente de RN y candidato a primer ministro, Jordan Bardella, advirtió que un presidente de la República no debería decir lo que dijo.
Según el dirigente del partido que ganó con holgura las elecciones europeas del 9 de junio, lo que llevó a Macron a disolver la Asamblea y convocar a las urnas es el oficialismo, el que juega la carta del miedo.
Por su parte, el líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, acusó al mandatario de estar siempre listo para “crear fuegos”.
Para Olivier Faure, el primer secretario de los socialistas, otra de las fuerzas del Frente Popular, resulta imperdonable que el Presidente ponga en un mismo saco a la extrema derecha y a la izquierda.
Nosotros defendemos una República ecológica y social, mientras la extrema derecha quiere revisar principios fundamentales como el derecho de suelo (acceso a la nacionalidad francesa para los hijos de extranjeros que nacen en territorio galo).
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