Un Acuerdo del Ejecutivo de 2006 consideró a los catedráticos determinantes para lograr el bien común y el desarrollo integral de las personas, mientras les otorgó licencia de descanso con goce de sueldo en este día.

Aunque los estudiantes no asisten a clases, a lo largo y ancho de este territorio centroamericano la fecha sirve para resaltar la labor, al tiempo de honrar a esas personas incansables que promueven el futuro mediante el aprendizaje.

A poco de asumir el poder, el presidente del país, Bernardo Arévalo, destacó la necesidad de mejorar la formación estudiantil y apostar por escuelas dignas con un proceso de calidad.

Debido a la situación de abandono en que las encontró, la actual administración, junto al Ministerio de Educación, impulsan un proceso de mejoramiento de seis mil centros en una segunda fase, tras cuatro mil ya reparados.

Otros retos, de acuerdo con varios reportes, tiene el sector por delante, como revertir la situación de que solo tres de cada 10 niños en primaria saben leer y escribir.

Ante ello, describió la titular del ramo, Anabella Giracca, lanzamos el 3 de junio el Programa de Nivelación de Aprendizajes que pretende que todos los escolares puedan leer 50 palabras por minuto, el mínimo permitido.

Es una acción que conduciría al fracaso si seguimos promoviendo niños sin que sepan o tengan los contenidos mínimos en lectoescritura, amplió la autoridad.

El Programa pasa por la profesionalización a maestros y capacitación técnica, materiales y seguimiento, subrayó.

Por otra parte, expuso el diario local Prensa Libre, en 12 años el interés de los jóvenes de formarse como docentes cayó, al punto de las Normales comenzaron a cerrar la carrera.

En medio de estos y nuevos desafíos, según analistas, sobresale una jornada para enfatizar en que la educación es primordial para ser mejores; la clave para cambiar la nación.

El Día del Maestro representa en Guatemala un espacio para recordar aquella demostración de valentía cuando varios profesores se involucraron en política contra el mandato de Jorge Ubico.

Chinchilla, docente del municipio de Jalapa y centros educativos en esta capital, formaba parte del grupo que exigía un aumento salarial y la renuncia del presidente.

La movilización de mujeres fue disuelta en una céntrica calle de la urbe, en ese marco quedó asesinada y otras dos personas resultaron heridas.

Ubico (1931-1944) renunció tiempo después presionado por la población guatemalteca ante la conmoción por la muerte de la maestra.

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