Bajó ritmo global de remesas hacia países pobres

Washington, 26 jun (Prensa Latina) Los flujos oficiales de remesas hacia países de ingreso bajo y mediano perdieron celeridad en 2023, con un tasa de crecimiento global de apenas 0,7 por ciento, reveló hoy el Banco Mundial (BM).

Tras un período de fuerte ascenso durante 2021-2022, los envíos en cuestión alcanzaron el año pasado una cifra estimada de 656 mil millones de dólares y el comportamiento por regiones resultó muy dispar, señala el informe del BM sobre migración y desarrollo publicado este miércoles.

De acuerdo con la fuente, los flujos de remesas durante 2023 aumentaron más hacia América Latina y el Caribe (7,7 por ciento), seguidos de Asia Meridional (5,2) y Asia Oriental y el Pacífico (4,8 por ciento, sin contar a China).

El África subsahariana registró un ligero descenso del 0,3 por ciento, mientras Oriente Medio y el norte de África experimentaron una caída de casi 15 puntos porcentuales, y Europa y Asia Central un declive del 10,3 por ciento.

Pese al retroceso relativo, razonó el organismo, las remesas siguieron siendo una fuente crucial de financiación externa para las naciones en desarrollo, al reforzar las cuentas corrientes de varios países en su lucha contra la inseguridad alimentaria y los problemas de deuda.

Tan es así, que en 2023 superaron los montos de la inversión extranjera directa (IED) y la ayuda oficial al desarrollo (AOD), ejemplificó la institución de Bretton Woods.

Además, el envío de remesas continúa siendo demasiado caro: en el cuarto trimestre de 2023, el costo medio mundial del envío de 200 dólares fue del 6,4 por ciento de la cantidad enviada, ligeramente superior al 6,2 del año precedente y muy por encima de la meta del tres por ciento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, advirtió.

Las remesas digitales, abundó, tuvieron un costo inferior del cinco por ciento, frente al siete por ciento de los métodos no digitales, lo que pone de relieve las ventajas de los avances tecnológicos para reducir la carga financiera de los emigrantes, sopesó la entidad.

A juicio del BM, la brecha de información global sobre los flujos de remesas entrantes y salientes se ha ampliado y los canales informales constituyen un factor importante, como los migrantes que llevan el dinero en efectivo a mano cuando regresan a casa.

Para 2024, indicó, es esperar un crecimiento del 2,3 por ciento en los flujos hacia los países pobres, aunque persistirá el comportamiento desigual por regiones y los riesgos a la baja de las previsiones, en correspondencia con la situación en los países de renta alta que acogen a migrantes y la volatilidad de los precios del petróleo y de los tipos de cambio.

mem/mjm

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