El martes pasado, la Cancillería reveló que los titulares de Asuntos Exteriores de Etiopía, Taye Atske-Selassie, y de Somalia, Ahmed Moallim Fiqi, acordaron en Türkiye proseguir el diálogo continuo con miras a solucionar sus problemas y garantizar la estabilidad regional.
Por invitación de su homólogo turco, Hakan Fidan, Selassie y Fiqi se reunieron el lunes pasado en Ankara y sostuvieron un intercambio sincero, cordial y prospectivo sobre sus diferencias y exploraron vías para abordarlas dentro de un marco mutuamente aceptable.
Acordaron demás reunirse en la capital turca el 2 de septiembre próximo para tener una segunda ronda de discusiones.
Las tensiones entre Etiopía y Somalia ocurren desde el 1 de enero pasado tras la firma de un memorando de entendimiento entre el primer ministro Abiy Ahmed y el presidente de la región semiautónoma de Somalia, Muse Bihe Abdi, que concede a Addis Abeba 20 kilómetros de acceso al Golfo de Adén y al Mar Arábigo por un periodo de 50 años.
A cambio, Etiopía debe reconocer de manera formal a Somalilandia, que autoproclamó su independencia de Somalia en 1991, sin que hasta la fecha las Naciones Unidas reconozca a esa región como Estado nacional.
El gobierno somalí rechazó el acuerdo y convocó a la ONU, la Unión Africana, la Liga Árabe y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo a defender su derecho a proteger su soberanía y obligar a Etiopía a adherirse a las leyes internacionales.
Por otra parte, el miércoles pasado fue lanzado el Programa de Implementación del Plan Nacional de Respuesta al Cambio Climático, muestra de la dedicación del país africano a la acción coordinada a nivel continental y global y su postura proactiva sobre resiliencia climática.
Así lo expresó el viceprimer ministro Temesgen Tiruneh durante la ceremonia oficial, al tiempo que enfatizó la susceptibilidad a las sequías e inundaciones provocadas por la crisis climática.
Tiruneh precisó que, con el objetivo principal de abordar de manera sostenible este desafío con respuestas prácticas, el gobierno lleva a cabo diversas actividades mediante la formulación de políticas pertinentes, además de proponerse reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 68,8 por ciento para 2030.
En consonancia con el Acuerdo Climático de París, Etiopía desarrolló un plan voluntario de respuesta hasta ese año, complementado con una estrategia de economía verde a largo plazo y resiliente al clima de 30 años, agregó.
Otros esfuerzos importantes incluyen el programa de desarrollo del trigo de verano y los proyectos de energía renovable en curso, considerados cruciales para lograr los objetivos de reducción de emisiones, aseveró el viceprimer ministro etíope.
Enfatizó que el éxito del programa depende de los esfuerzos de colaboración del gobierno, el sector privado y las organizaciones internacionales.
Otra información relevante fue la aprobación el jueves pasado del presupuesto del gobierno federal para el año fiscal 2024/25 (2017, según calendario etíope) en más de 16 mil millones de dólares por la Cámara de Representantes del Pueblo (parlamento).
El proyecto de ley de presupuestario fue remitido al parlamento el mes pasado por el Consejo de Ministros para su consideración y recibió el visto bueno durante el 36 sesión ordinaria presidida por el primer ministro Abiy Ahmed.
La cifra aprobada tiene como objetivo principal acelerar los esfuerzos de desarrollo económico y social del país.
Durante su intervención, Ahmed comentó que el Producto Interno Bruto (PIB) se duplicó en los últimos cinco años. Recordó que el PIB de Etiopía era de 86 mil millones de dólares y, al asumir el cargo, alcanzó los 205 mil millones de dólares.
Subrayó que poco después del comienzo de su administración registraron la segunda mayor economía de África Oriental, y en la actualidad el PIB de Etiopía es mayor que el de los seis países vecinos juntos.
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