La nota del FSB precisa que, el acto del enemigo se realizaría contra el buque, cuando estuviera en su base en la ciudad de Múrmansk, en el noroeste del país, y para ello un agente ucraniano trató de incitar a un oficial de la Armada que cumplía servicios en el portaaviones para cometer el delito.
Para conseguir su objetivo, detalla el FSB, el agente ucraniano primero prometió el pago de una suma grande de dinero y viaje a Finlandia con pasaportes falsos, luego le amenazó con un proceso penal por financiación al Ejército ucraniano con pruebas falsas.
El oficial ruso denunció el hecho ante el FSB y los posteriores contactos con el agente ucraniano se hicieron bajo el control de la entidad.
Según la información, el agente ucraniano envió al oficial ruso, con una empresa de transporte, los componentes para fabricar una bomba incendiaria y le aseguró que en cuanto muestre un vídeo del atentado iba a ser evacuado a Finlandia y además el pasaporte falso y el dinero estaba ya en un escondite.
En palabras del propio agente ucraniano, la operación estaba bajo el control personal del jefe de la inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, Kiril Budánov.
El personal del portaviones Admiral Kuznetsov simuló un incendio en el buque. El oficial grabó el «siniestro provocado» y envío el vídeo al agente ucraniano, quien inmediatamente eliminó todas sus cuentas en las redes sociales.
La unidad de investigación del FSB abrió un expediente contra el agente ucraniano y otros sujetos no identificados por los cargos de reclutamiento e incitación a cometer delitos de carácter terrorista.
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