El proyecto desarrollado desde la conferencia de religiosos de la Iglesia católica contempla atención psicológica, médica, nutricional y orientación espiritual y hasta ahora benefició a mil 700 menores y adolescentes, agregó el nuncio.

“Pensando que, en las primeras fases de la vida humana, los niños y los jóvenes guardan los recuerdos para toda la vida, buscamos que ellos no recuerden esa etapa como la más triste; más bien, que recuerden que tuvieron una mano tendida, una cara sonriente y una posibilidad más”, explicó el prelado en entrevista televisiva.

Este es un proyecto integral, pero fácil de adaptar a las necesidades del lugar donde se desarrolla y contempla un aporte económico del Papa Francisco de 83 mil dólares.

Los católicos en El Salvador constituyen la mitad de la población, casi en igualdad que los evangélicos, una comunidad que creció n el país en los últimos años.

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