Chambas, también Alto Representante de la UA para el Silenciamiento de las Armas, a propósito del panel que sesiona sobre el tema en la sede de la UA reafirmó que la vía militar no es la solución y alentó a los sudaneses a encontrar puntos en común a través del diálogo.
Instó a acciones y soluciones urgentes para restablecer un Estado al borde del colapso y hacer todo lo posible para evitarlo porque el impacto será catastrófico. En ese sentido, la organización continental y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) crearon esa plataforma de diálogo para reunir a todas las partes de la sociedad de Jartum, recalcó.
Ese espacio, destacó, allanaría el camino para la visión de un nuevo Sudán y reiteró que la UA, la IGAD y sus socios facilitarían y apoyarían el proceso. Aun así, la responsabilidad principal recaería en el pueblo sudanés, aseveró.
Por otra parte, Chambas expresó su decepción por la ausencia de la Coordinación Sudanesa de Fuerzas Civiles Democráticas (Taqadum) y confirmó que la UA continuará con consultas inclusivas y mantendrá canales de comunicación con todas las partes.
Se preguntó por qué desde la independencia el país ha quedado atrapado en conflictos persistentes. Subrayó la urgencia crítica de abordar las cuestiones de exclusión relacionadas con la raza, las tensiones entre la periferia y el centro, así como promover la justicia, la paz, la igualdad, el respeto a los derechos humanos y otros valores democráticos.
Por último, hizo hincapié en que la solución a la crisis está en manos del pueblo sudanés, que debe asumir la responsabilidad de negociar una nueva arquitectura de gobernanza que anteponga los intereses colectivos del pueblo.
Los enfrentamientos en Sudán estallaron el 15 de abril de 2023 por contradicciones en medio de un proceso de integración de las RFS (Fuerzas de Apoyo Rápido) lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del CST al seno de las Fuerzas Armadas, y el presidente del Consejo de Soberanía de Transición (CST), general Abdel Fattah al-Burhan.
Ambos se han disputado el control del país después del derrocamiento en 2019 del presidente, Omar al Bashir.
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