La llamada economía creativa incluye los productos audiovisuales, el diseño, los medios de comunicación, la música, las artes escénicas, la edición y las artes visuales, entre otros rubros.
Según estimó la Unctad, el auge comercial del sector señala la necesidad de establecer marcos reguladores sólidos para garantizar que tecnologías como la inteligencia artificial (IA) beneficien a todos y fomenten una economía competitiva y sostenible.
En 2022, ilustró, las exportaciones mundiales de servicios creativos se dispararon hasta los 1,4 billones de dólares, mientras que las correspondientes a los bienes creativos sumaron 713 mil millones de dólares, para alzas de 29 y 19 por ciento, respectivamente, en comparación con 2017.
No obstante, hay notables diferencias entre los países, pues las grandes potencias representan el 80 por ciento de las exportaciones de servicios creativos; ello contempla acápites como software, investigación y desarrollo, publicidad, estudios de mercado y arquitectura.
En 2023, reveló el estudio, los servicios de streaming ampliaron su cuota en un 10,4 por ciento, representando ahora más de dos tercios (67,3 por ciento) de los ingresos del mercado mundial de la música.
Mientras tanto, la IA ayudó a expandir la creación, la distribución y el consumo de contenidos, al emplearse para generar guiones, películas, música, imágenes, pies de foto, animaciones y contenidos de realidad virtual, así como para optimizar posproducción y análisis de datos de los usuarios.
Aunque la digitalización y la IA favorecen el crecimiento y la eficiencia, también plantean problemas en relación con la brecha digital, los cambios laborales, el control de calidad, la protección de la intimidad y de los consumidores, los derechos de autor y la monopolización del mercado, sopesó la Unctad.
A juicio de la entidad, los responsables deben supervisar la evolución tecnológica y actualizar los marcos políticos y normativos para aprovechar las oportunidades de desarrollo y mitigar los riesgos.
Un asunto relevante, fundamentó, es la creciente concentración del mercado: las cinco principales editoriales de Estados Unidos acapararon cerca del 80 por ciento del mercado del libro, mientras seis estudios cinematográficos dominaron casi el 90 por ciento de las ventas de entradas de taquilla durante los últimos años, ejemplificó.
En 2021, abundó, tres empresas tuvieron en sus manos el 59 por ciento del mercado mundial de suscripción a música en streaming.
Si bien las industrias creativas tienen un creciente papel, su contribución resulta bastante dispar al comparar países avanzados y en desarrollo, con aportes que oscilan del 0,5 al 7,3 por ciento del Producto Interno, así como del 0,5 al 12,5 por ciento del empleo de la mano de obra, sustentó la Unctad.
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