Las investigaciones fueron encabezadas por el Séptimo Departamento de Orden y Seguridad (OS-7), especializado en la persecución del tráfico de sustancias ilícitas, y miembros de la Fiscalía Occidente.
Durante estos meses se ubicaron varias casas de seguridad donde se guardaba la droga, para ser distribuida después en diversas comunas del área metropolitana.
El OS-7 también logró la captura de 12 personas, ocho extranjeros y cuatro chilenos, así como varias armas de fuego y vehículos que se utilizaban durante el trasiego del estupefaciente.
De acuerdo con las informaciones preliminares divulgadas por Radio Biobío, la organización era liderada por un colombiano, quien tenía nexos con otros grupos del crimen organizado transnacional.
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