Líderes de las poblaciones autóctonas protestaron sobre la comida en mal estado que suministra las autoridades, lo cual empeora la difícil situación desada por la sequía.

Como parte de la querella mostraron imágenes de grandes cantidades de frutas y verduras no aptas para el consumo y entregadas a las escuelas.

Agregaron que se trata de un hecho grave y una burla el proveer suministros “que parecían sacados de la basura”.

Según el gobierno, los comestibles se distribuyeron en 90 distritos del país, mientras que el resto (más de 100) tendrán que esperar hasta el próximo año.

Los dirigentes comunitarios tenían la espectativa de que el programa sería un paliativo para asistir a los pobladores, pero resultó en una decepción más.

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