Este es uno de los tres representantes de la familia de los cérvidos en el país, junto a la taruca, también llamada venado andino, y el Pudú.
Durante épocas pasadas este mamífero pobló grandes extensiones del territorio y por sus características e importancia forma parte, junto al cóndor, del Escudo Nacional desde 1834.
El huemul es el cérvido más austral del mundo y está considerado como un animal territorial que forma pequeños grupos familiares, los cuales viven en áreas separadas de otros núcleos.
Sin embargo, la fragmentación y degradación de su hábitat, sobre todo por la acción del ser humano, ha provocado casi su desaparición, al grado de que hoy apenas sobrevive el uno por ciento de su población original y el área de distribución disminuyó a la mitad.
Además, las poblaciones están cada vez más aisladas entre sí, lo cual las expone a extinciones locales, advierten especialistas.
De allí la importancia del avistamiento en Cabo Froward, el punto más al sur de la masa continental de América, pues permite asumir la presencia de subgrupos en esa región.
El hecho ocurrió durante una exploración realizada por expertos de la fundación Rewilding Chile, quienes hacían un levantamiento de la vida silvestre con vistas a la creación de un parque nacional en la zona, acordado en marzo pasado con el Gobierno.
Se trata de un encuentro que nos alegra mucho y al mismo tiempo nos plantea una serie de interrogantes, afirmó Cristián Saucedo, director de Vida Silvestre de la fundación.
“¿De dónde proviene, cuántos más hay, en qué sectores se ubican, cuál será su estado? Este joven huemul es sólo la primera pieza de un gran rompecabezas que estamos tratando de armar”, explicó.
lam/car/eam
