De acuerdo con las autoridades locales, las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), que reciben apoyo de Estados Unidos, pusieron fin a su asedio que duró siete días a los centros de las ciudades de Hasakeh y Qamishli, que están bajo control del ejército sirio.
El gobernador de Hasakeh, Louay Sayouh, declaró a la prensa que todas las carreteras que estaban bloqueadas por los armados de FDS se abrieron y se permitió la introducción del agua, combustible, harina y alimentos a los barrios centrales de las referidas dos urbes.
La situación ha vuelto a la normalidad como lo era antes, gracias a la iniciativa rusa que logró poner fin a la tensión existente, afirmó el alto funcionario.
Por otro lado, se registró una relativa calma en el norte de Deir Ezzor que presenció violentos combates entre las fuerzas tribulares y las FDS.
Las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) que reciben apoyo de las unidades de Estados Unidos presentes ilegalmente en el nordeste de esta nación árabe, intensificaron sus hostilidades con el respaldo de los militares del Pentágono, tras una ofensiva lanzada por las fuerzas tribales árabes en la que expulsaron a los irregulares de FDS de varias localidades en el nordeste de Deir Ezzor.
El Ministerio de Asuntos Exteriores condenó repetidamente la presencia ilegal de fuerzas de Estados Unidos en el territorio nacional y exigió su retirada inmediata e incondicional, y reclamó que cesen su apoyo a los irregulares de FDS que agreden a los civiles y sus propiedades.
mem/fm





