Si las perspectivas de la inflación continúan por la senda actual, el ente emisor podría reducir la tasa de referencia dos o tres veces más este año, indicó el anuncio.
La decisión adoptada este martes constituye el segundo recorte del precio del dinero desde febrero de 2016, pues “el riesgo de que la inflación vuelva a ser demasiado alta ha disminuido significativamente”, alegó la institución.
En opinión de analistas, la postura del Riksbank reactiva las expectativas en torno a la política monetaria que podría seguir el Banco Central Europeo, teniendo en cuenta el anémico crecimiento económico de la eurozona, en un contexto donde la inflación subyacente se estancó en torno al tres por ciento en los últimos tres meses.
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