Las medidas fueron adoptadas en un esfuerzo por mantener a este país sin costas del este africano libre del contagio con la dolencia que causa enormes estragos en su vecino del oeste, devenido un enorme caldo de cultivo para la dolencia.
Entre las medidas de precaución el Ministerio de Salud ugandés designó 20 distritos fronterizos como áreas de alto riesgo e inició un programa nacional de entrenamiento que permitirá a trabajadores de la salud hacer diagnósticos rápidos en casos de contagio con la enfermedad.
En un hecho paralelo, y para evitar el pánico, la Organización Mundial de la Salud emitió un comunicado la víspera para aclarar que la Mpox “no es una nueva Covid19”, en alusión a la pandemia que cuatro años atrás segó decenas de miles de vidas en las cuatro esquinas del planeta.
Asimismo, instó a las transnacionales farmacéuticas, únicas en posesión de una vacuna efectiva contra la dolencia, a establecer coordinaciones para hacerlas asequibles a los países de menos ingresos, los más afectados por el brote.
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