Hace una semana, el Ministerio de la Agricultura había reportado 41 focos del mal que afecta a rumiantes domésticos y salvajes, sobre todo a las ovejas.
La fiebre catarral ovina ha sido detectada en 10 departamentos del norte francés, cuatro más que en el informe previo.
Los primeros focos fueron identificados el 12 de agosto, una enfermedad que no es contagiosa ni se transmite a los humanos, y su propagación se produce a través de la picada de mosquitos de la especie Culicoides.
El gobierno activó un plan de medidas para frenar el avance de la fiebre catarral ovina, acciones que abarcan a 30 departamentos.
Otros países europeos reportan el padecimiento, con un impacto importante en Alemania, Bélgica y Países Bajos.
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