En su mensaje a propósito del Día Mundial para la Proteger la Educación de Ataques, el alto representante insistió en proteger a la infancia de las consecuencias de las guerras, una amenaza en aumento.
“Desde lesiones y pérdida de vidas, hasta secuestros, desplazamientos forzados, violencia sexual, reclutamiento en combates y oportunidades perdidas, los riesgos son enormes”, escribió.
Guterres recordó que la educación no es sólo un derecho humano básico en sí mismo, sino esencial para el ejercicio de todas las garantías fundamentales.
En ese sentido, el titular de las Naciones Unidas llamó a aumentar la inversión en educación y no escatimar esfuerzos para salvaguardarla junto a las instituciones de aprendizaje.
Además reclamó protección a los estudiantes y los maestros junto a la rendición de cuentas a los responsables de ataques a centros de enseñanza.
“Protejamos la educación del ataque y salvaguardemos el derecho fundamental a la educación que pertenece a todos los niños y jóvenes, en todas partes”, concluyó.
El Día Mundial para proteger la Educación de Ataques fue aprobado por la Asamblea General de la ONU en 2020 para sensibilizar a la opinión pública sobre la difícil situación de millones de niños que viven en países afectados por conflictos.
Este año, el organismo llama la atención sobre el aumento de las agresiones contra centros educativos, considerada una de las violaciones graves contra la infancia.
Desde Gaza, hasta Sudán, Myanmar, Ucrania, Colombia o la República Democrática del Congo, las Naciones Unidas insiste en las graves repercusiones físicas y psicológicas que plantean los ataques contra escuelas a largo plazo tanto para alumnos como profesores.
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