El museólogo y subdirector técnico de la reconocida galería de esta capital Osmani Ibarra será el encargado de ofrecer la charla a las 11 hora local en la cual se conversará sobre la trayectoria del centro durante estas más de cinco décadas.
Ubicado a la entrada de La Habana Vieja en una típica mansión de principios del siglo XX, el Museo Nacional de la Música regala al visitante un recorrido por el arte musical en la isla desde el siglo XVI hasta el XX.
La residencia que acoge esta rica exhibición fue construida en 1905 por un acaudalado comerciante criollo y fomenta el desarrollo histórico de la manifestación artística a la cual se dedica, así como explica a los asistentes acerca de los instrumentos musicales resguardados allí.
Posterior a sus primeros años, la casona pasó a ser vivienda de otra aristocrática familia cubana hasta el año 1936 cuando fue adquirida por el gobierno cubano de la época para instalar su Secretaría de Estado.
La fachada de la edificación es de sillería con abultadas columnas imitando el renacimiento italiano. En sus interiores está presente el estilo ecléctico característico de la arquitectura y decorados de aquella etapa, pero siempre manteniendo la sobriedad y la elegancia propias de una de las mejores residencias habaneras de principios de la pasada centuria.
El edificio fue restaurado en 1981 y desde ese momento quedó establecido el Museo Nacional de la Música con innumerables atractivos culturales que permiten apreciar verdaderas joyas en cada una de sus colecciones.
La galería atesora instrumentos musicales folclóricos, instrumentos raros, partituras de piezas fundamentales del país, máquinas musicales, obras de arte, compilación patrimonial formada poco a poco gracias a generosas donaciones de libros, documentos e implementos de música.
En la actualidad cuenta con 10 salas de exposiciones, cinco permanentes y cinco transitorias; las primeras abarcan los temas: Instrumentos Mecánicos, con un recorrido por la historia del mundo sonoro y compuesta por cajas de música de cilindros de púas, placas perforadas, rollos de pianolas, fonógrafos y otros.
La sala de Instrumentos Afrocubanos (vinculados a los cultos de origen africano establecidos en Cuba); los Conjuntos Instrumentales Cubanos (perteneciente a la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX). También se aprecia en el museo una sala de Organología (familias de instrumentos folclóricos de varias áreas del mundo) y la sala de Ambientación (piezas únicas de gran valor artístico que pertenecieron al músico Hubert de Blanck).
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