sábado 12 de octubre de 2024
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Un acordeón y una quena bastan para un concierto en La Habana (+Fotos)

La Habana, 13 sep (Prensa Latina) El acordeonista argentino Chango Spasiuk, de visita hoy en Cuba, ofrece conciertos por estos días en la isla junto a su coterráneo Rodrigo Sosa, quien ejecuta la quena, acercando las culturas andina y cubana a través de la música.

Con palabras de agradecimiento a los músicos que los acompañaron durante un recital en el Museo Nacional de Bellas Artes, el quenista recordó cuándo llegó aquí a esta capital desde su natal Misiones, Aristóbulo del Valle, Argentina, con sueños para cumplir y estudios por emprender.

Los reyes de la noche del jueves fueron prácticamente el acodeón y la quena que, aunque estuvieron «escoltados» por un piano, un violín, un contrabajo y la percusión, amenizaron la sala con melodías andinas.

Amalgamadas con son y otros ritmos, pero sin perder la esencia de estos dos instrumentos, Spasiuk se dirigió al público asistente y también dio las gracias por la posibilidad del acercamiento a la cultura cubana.

Matanzas les dio la clave. Al visitar esa provincia se empaparon de las raíces matanceras, y surgió la idea de versionar uno de sus temas, según narró Spasiuk.

Estuvimos en esa localidad del occidente cubano, tocamos música originaria de nuestra región y conocimos de cerca el danzón, por lo que versionamos «Agua del fin del mundo» mezclando el acervo cultural de ambas naciones, comentó.

Hemos hecho miles de conciertos en Cuba; si hay alguien que entiende este camino de la música es la familia del artista y cada una está con nosotros aquí, viajando a nuestro lado, entendiéndonos y apoyándonos, explicaron Spasiuk y Sosa.

Luego volvieron a agradecer su estancia en Cuba, en especial al Ministerio de Cultura, al Instituto de la Música, a la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), al programa Hibermúsica, de Argentina, y a la Embajada de ese país en la isla.

En particular, reconocieron la labor de la Egrem y la oportunidad de poder grabar un disco con esa empresa, la más importante disquera de la nación caribeña.

Al despedirse del público cubano, Spasiuk expresó: «No hay ninguna expresión que reemplace la palabra gracias». Este compositor argentino tuvo una fuerte influencia de la música polca en sus primeros años, así como de la de Europa Oriental, presente hoy en el chamamé de la región.

Su primer acordeón lo obtuvo a los 12 año con el cual tocaba en fiestas, casamientos y otros eventos junto a su padre y un tío.​

Acerca de su música, Spasiuk señaló que es «tratar de ir a través de la forma en busca de algo que no la tiene».

Mientras, Rodrigo Sosa formó parte de una delegación de artistas argentinos llegados a la Feria Internacional del Libro de La Habana en 2007. Recién había cumplido sus 17 años.

Egresó del Instituto Superior de Arte en el 2012 y en 2016 decidió vivir en Cuba definitivamente. En esos cuatro años grabó su primer disco «La quenística», una realización independiente que después registró con Colibrí, su casa discográfica hasta el momento.

mem/dpm

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