El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, en un mensaje transmitido en 10 de septiembre expresó su esperanza de que el nuevo periodo sea de transformación y anticipó “la implementación de planes, la terminación de proyectos con calidad y oportunidad, y el compromiso de resolver conflictos a través del diálogo y la negociación”.
Ahmed convocó a hacer del 2017 el año para reparar las divisiones históricas en el país a través de la justicia transicional y luchar por lograr una autosuficiencia total.
“Trabajemos juntos para garantizar que 2017 se convierta en un año histórico en la historia de Etiopía, un momento en el que saldaremos nuestras deudas, sanaremos nuestras heridas y sentaremos una base sólida para hacer realidad nuestras aspiraciones”, subrayó.
En esa misma línea se pronunciaron los líderes religiosos del país africano el 11 de septiembre, primer día del año 2017, al pedir compromisos espirituales y nacionales, así como la resolución de los conflictos internos con unidad.
El patriarca de la Iglesia Ortodoxa Etíope Tewahedo, arzobispo de Axum e Ichege de la Sede de San Taklehaimanot, su Santidad Abune Mathias, convocó a los etíopes recibir el año con una conciencia renovada y resolver las diferencias a través del diálogo.
Mathias instó además a las renovaciones de conciencia, espíritu y formas físicas, ya que son fuente del desarrollo económico, social y espiritual. “Dado que nuestra conciencia es la fuente de las buenas o malas acciones, debemos renovar nuestra facultad interior”, subrayó.
Por su parte, el presidente del Consejo Supremo para Asuntos Islámicos, jeque Haji Ibrahim Tufa, destacó que Etiopía es una nación donde los seguidores de diversas religiones coexisten en paz, amor y respeto mutuo. En ese sentido, llamó a defender y fortalecer esta forma armoniosa de vida.
Tufa también expresó su esperanza de que el año nuevo sea un momento de paz, amor y unidad, alentando a la población a celebrar la festividad con cooperación y comprensión.
El cardenal de la Iglesia Católica, su Eminencia Abune Berhaneyesus, enfatizó la necesidad de una transformación en el presente periodo y transmitió sus deseos para que esté marcado por la paz, el progreso, la clemencia y la solidaridad, donde la nación trabaje unida por el desarrollo y el apoyo a los necesitados.
El presidente de la Fraternidad de Iglesias Evangélicas, pastor Tsadiku Abdo, compartió su esperanza de que el año nuevo sea un momento para oraciones colectivas y esfuerzos por la paz, comenzando con las familias y extendiéndose al nivel nacional.
Los mensajes de buenos deseos por parte de los jefes de misiones diplomáticas de diferentes países y organizaciones multilaterales acreditadas en Etiopía tambipen fueron destacados por la prensa local.
El coordinador humanitario y residente de la ONU en el país africano, Ramiz Alakbarov, expresó en su cuenta de la red social a nombre de su oficina la voluntad de abrazar “una visión compartida para promover soluciones sostenibles e impulsadas a nivel nacional para el pueblo de Etiopía”.
La embajada de China publicó que Addis Abeba, una de las ciudades más modernas, con luz y monumentos, ajetreo y bullicio acoge el Enkutatash (año nuevo) de salud, riqueza, alegría y prosperidad. Precisó el texto que es un momento para ambos países que puede marcar el comienzo de un futuro más prometedor.
Se sumaron también los mensajes de felicitación de las embajadas de Cuba, Alemania, Irán, India, Dinamarca, Israel, Suecia, Corea del Sur, República Checa, Estados Unidos, Francia, la Delegación de la Unión Europea, la Unión Africana, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, entre otros.
El país africano tiene un calendario con 13 meses, siete años y ocho meses de retraso respecto al calendario gregoriano occidental, cuyo año nuevo es celebrado el 11 de septiembre.
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