Las características geográficas y ambientales de la playa, respaldadas por las medidas de protección y conservación implementadas por instituciones como el Hotel Punta Leona, convierten al lugar en refugio ideal para estos cetáceos, añadió el diario.
La bahía costarricense –expresa la publicación- ofrece condiciones idóneas para la reproducción, preservación y crecimiento de estos gigantes de las aguas, gracias a las citadas medidas de conservación, y a las condiciones naturales que ofrece el Humedal Marino Playa Blanca.
Los ejemplares de ballenas jorobadas migran desde zonas polares a aguas más cálidas y tranquilas, como las que ofrece Punta Leona, en busca de playas y bahías poco profundas para la crianza y desarrollo de sus ballenatos, explica la bióloga Silenny C. Montero.
“Cada año –describe la experta- dichas ballenas llegan para reproducirse a las aguas del Pacífico Central costarricense, incluidas las de Punta Leona, cuyas condiciones geográficas y ambientales ofrecen también un punto de encuentro para los gigantes marinos”.
Según El Mundo, las aguas tranquilas, cálidas y poco profundas de Punta Leona proporcionan un entorno ideal para la crianza y alimentación de las crías, factores que, combinados con la baja perturbación humana, facilitan en ellas conductas sociales y habilidades de supervivencia.
El Humedal Marino Playa Blanca (HMPL), reconocido mediante decreto ejecutivo, juega, por su parte, un papel crucial en la atracción de las ballenas jorobadas y ofrece hábitats ricos en nutrientes que favorecen su nutrición.
Las instituciones del lugar –agrega El Mundo- trabajan activamente en la preservación del HMPL, mediante diversas estrategias de conservación, como la limpieza periódica de áreas protegidas, la instalación de boyas de demarcación y la creación de accesos sostenibles para visitantes.
Los avistamientos y actividades de observación sobre los cetáceos –por otro lado- son regulados por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación y el Ministerio de Ambiente y Energía.
Las entidades responsables vigilan, por su parte, porque los visitantes respeten las normas establecidas, entre ellas mantener una distancia mínima de 200 metros de los animales y no exceder los tiempos de observación permitidos.
Localizada en la costa central pacifica del país, la reserva de Punta Leona, en la provincia de Puntarenas, es una de las más relevantes y vitales para el sector del Pacifico de Costa Rica, tanto desde un punto de vista geográfico como de conservación, según estudios nacionales.
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