Durante un encuentro con el jefe del Departamento de Operaciones de Paz de Naciones Unidas, Jean-Pierre Lacroix, los representantes de la Unión Sagrada remarcaron la necesidad de que la organización internacional se implique en la exigencia a Ruanda para el respeto a las fronteras con la RDC.
Jean Tezo Kianti recordó que esos límites territoriales fueron impuestos a África por la comunidad internacional y en particular a la RDC, de manera que si Ruanda ataca al país, la comunidad internacional debería ser la primera en reaccionar, refirió Radio Okapi.
En tanto, Philippe Undji consideró que los países de la región ganarían más trabajando juntos que librando una guerra y manifestó que la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la RDC (Monusco) debería hacer más para garantizar que la paz vuelva al este del país.
Hubert Thetika, por su parte, aludió a la catástrofe humanitaria que tiene que enfrentar la nación africana debido al conflicto y cuestionó la contribución de la Monusco al plan de respuesta humanitaria.
En la reunión con integrantes de la oposición, entre los que se encontraba el excandidato presidencial Martin Fayulu, salieron a relucir estas y otras cuestiones, como la presencia de los rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).
Este tema, dijo Fayulu, pesa sobre el Gobierno congoleño y complica aún más las negociaciones en curso entre Kinshasa y Kigali.
Igualmente abogaron por el apoyo de la ONU a una iniciativa de diálogo nacional para reconciliar al pueblo congoleño, a la que denominaron Proceso de Kinshasa y que valoraron como imprescindible para comprender las causas profundas de los problemas nacionales y reconciliarse con vistas a la cohesión nacional, para hacer frente a los enemigos externos.
Lacroix comprometió el apoyo de la ONU, a través de la Monusco, a la iniciativa de diálogo entre los congoleños y con respecto a los desafíos que presenta el conflicto en el este del país, publicó Radio Okapi.
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