Ello ocurrió tras dispararse el precio de los alimentos, por lo que cerró una décima por encima del dato de julio.
De este modo, el índice de referencia en el país, incluido el impacto de los víveres frescos sobre la inflación, se mantiene por encima de la meta del dos por ciento del Banco de Japón desde marzo de 2022.
En el caso de la inflación general, el índice de precios al consumidor (IPC) de agosto repuntó al tres por ciento.
Aclararon que en especial, el importe del arroz subió 28,3 por ciento, la segunda mayor lectura desde septiembre de 1975, mientras la electricidad y el gas hicieron lo propio en 26,2 y 15,1, respectivamente, tras decaer las ayudas públicas para su adquisición. De su lado, la tasa de inflación subyacente, que además de los alimentos frescos también excluye la energía, se elevó al dos por ciento. Esto supone revertir los progresos de julio, cuando la subyacente bajó del umbral del dos por ciento por primera vez desde septiembre de 2022.
El Consejo de Política del Banco de Japón decidió este viernes mantener por unanimidad los tipos de interés en el 0,25 por ciento debido a la falta de claridad en la economía mundial.
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