Como millones de franceses, yo pienso que la inmigración masiva no es ni buena para el país ni para los que a veces son enviados a morir en medio del mar, declaró a la cadena TF1 el senador por el partido conservador Los Republicanos, uno de los más criticados del nuevo gobierno anunciado el sábado por representar a la “derecha dura”.
Retailleau mencionó la posibilidad de considerar una ley que llegue más allá que la promulgada en enero por el presidente Emmanuel Macron, una norma censurada en 35 de sus 86 artículos por el Consejo Constitucional.
Según expuso, esa decisión del Consejo privó a Francia de medidas que calificó de esenciales.
“Los Sabios”, como llaman en suelo galo a los nueve miembros del órgano, eliminaron o transformaron artículos que establecían el acceso diferenciado a las prestaciones sociales por los extranjeros, recuperaban el desaparecido delito de “estancia irregular” e imponían cuotas de inmigración y obstáculos a la reunificación familiar.
En una visita a un cuartel en la localidad de La Courneuve, Retailleau adelantó que reunirá a prefectos de departamentos golpeados por el tráfico de personas para detectar vacíos y explorar vías de acción.
Tenemos que ir hasta el máximo de lo que podamos hacer, regularizar, naturalizar a cuenta gotas y expulsar al máximo, dijo.
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