En un comunicado publicado en la televisión, la Junta Militar que gobierna en Burkina Faso aseguró que entre los culpables de esas acciones conspirativas estaba el teniente coronel Paul Henri Sandaogo Damiba, que fue derrocado por las autoridades actuales el 30 de septiembre de 2022.

Asimismo se acusó a servicios de inteligencia de las potencias occidentales de participar en acciones vinculadas a grupos integrados por civiles de diversos perfiles políticos, así como por militares y exmilitares que radican fuera del territorio nacional, para participar en operaciones de propaganda y desestabilización.

En su información, el ministro subrayó que, gracias al seguimiento constante de sus actividades, se pudieron frustrar las acciones conspirativas que calificó tanto de perniciosas como de incesantes.

Entre los actos desestabilizadores el ministro citó , el cometido el pasado 24 de agosto en la localidad de Barsalogho al norte del país, en un ataque armado que causó más de 200 muertos y se lo atribuyó el Grupo por el Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), una organización ligada a la red terrorista Al Qaeda que opera en la región del Sahel.

Autoridades militares de Burkina Faso anunciaron recientemente la creación de una fuerza de seguridad conjunta con Níger y Malí, para combatir la violencia extremista en sus respectivos países.

Los tres países comparten fronteras en la región del Sahel y están afectados por similares conflictos, especialmente en el combate contra la violencia de grupos islamistas, que ha dejado desde hace dos décadas un alto número de muertos y desplazados.

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