Durante su intervención, la mandataria enfatizó que “necesitamos un enfoque de la cooperación nuevo, que debe fundamentarse en principios como el respeto mutuo y la solidaridad, con una relación en pie de igualdad para recuperar la capacidad de escuchar a los otros, de entender su pensamiento, como base de la confianza”.

“Los problemas del sur global también son los del norte y viceversa”, expresó, y añadió que “la interdependencia de nuestros destinos es un hecho, y por ello nos vemos obligados a cambiar de pensamiento frente al pasado”.

El reto es un cambio paradigmático en las relaciones entre las naciones y el funcionamiento de los organismos internacionales, apuntó la líder italiana, quien se refirió a la necesidad de una reforma de las Naciones Unidas, comenzando con lo que es útil y necesario.

“Creemos que cualquiera que sea la arquitectura de dicha reforma, empezando por la del Consejo de Seguridad, no se puede hacer sin tenerse en cuenta los principios de igualdad, democracia y representatividad”, aseveró.

En criterio de su gobierno “sería un error crear nuevas jerarquías con nuevos puestos permanentes” dijo, y argumentó que “queremos una reforma que sirva mejor a todos, no que represente únicamente a unos cuantos.

Significó que los sistemas políticos enfrentan peligros inéditos, mientras la fragmentación económica crece y “esto genera consecuencia que todos debemos afrontar, sobre todo los países más frágiles”.

Habló además acerca de la lucha por la reducción de la contaminación ambiental, la cual “lleva a un cruce de caminos entre los enfoques ideológicos y la falta de solidaridad de los principales emisores”.

También hizo alusión al uso instrumental de la fe religiosa, que se ha convertido en fuente de tensiones y persecución” y señaló que “cientos de millones de personas en todo el mundo sufren debido a su credo”.

Por otra parte “vemos el advenimiento de la Inteligencia Artificial, una revolución que nos obliga a hace preguntas que nunca imaginamos” pues “esa tecnología genera una hoja de ruta hacia un mundo donde el progreso no optimiza las capacidades humanas, más bien las reemplaza con consecuencias dramáticas en el mercado laboral”.

La líder italiana se refirió a graves crisis mundiales, como los conflictos en Ucrania y Medio Oriente.

En relación con este último, donde como consecuencia de los ataques de Israel murieron ya más de 40 mil palestinos en la Franja de Gaza, expresó la postura de su gobierno de que Tel Aviv «tiene derecho a defenderse de ataques externos” pero tiene que respetar las normas internacionales y proteger a la población civil.

“Es necesario alcanzar sin mayor dilación un cese al fuego en Gaza y la liberación inmediata de los rehenes israelíes”, demandó a la vez que reafirmó “el derecho del pueblo palestino a su propio Estado”.

La jefa de Gobierno recordó que en 2025 se celebra el aniversario 80 de la Carta de las Naciones Unidas, y expresó que esa fecha será un buen marco para “reflexionar acerca del multilateralismo y la capacidad de los organismos internacionales de estar a la altura de las tareas en estos momentos, debido a los retos que enfrentamos”.

jha/ort