La fuerza de los vientos ha expandido las llamas y la calidad del aire empeora, mientras las autoridades y equipos de emergencia intensifican sus esfuerzos para controlar la situación.

Unas 107 familias fueron evacuadas y al menos seis personas resultaron heridas como consecuencia de los siniestros, entre ellos un menor de un año con quemaduras y dos bomberos que sufrieron asfixia.

Entretanto, cinco helicópteros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana y 200 efectivos de las Fuerzas Armadas se encuentran en Quito para ayudar a combatir los incendios que afectaron al menos 146 hectáreas de vegetación.

Según el comandante del Cuerpo de Bomberos de la urbe quiteña, Esteban Cárdenas, se realizaron más de 65 descargas de agua mediante helicópteros, en tanto, se conoció que varias familias perdieron todo, pues sus viviendas quedaron totalmente calcinadas.

Esta tarde, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) se reunirá para determinar acciones, en aras de continuar salvaguardando la vida de las personas, los animales y los bienes materiales cercanos a la zona del fuego.

Las autoridades aquí anunciaron el hallazgo de material inflamable cerca del incendio, lo que reafirma que “los incendios podrían haber sido intencionales”.

Estos hechos han sido calificados por el Gobierno y el Municipio de Quito como actos terroristas y criminales, por lo que la Fiscalía General inició una investigación para encontrar a los responsables.

La ministra del Interior Mónica Palencia anunció un plan de recompensas para quienes entreguen información al respecto.

El Ministerio de Educación en Ecuador suspendió este miércoles las clases en Quito y el Ministerio de Trabajo dispuso la modalidad de teletrabajo en el sector público ante la emergencia que ha provocado la mala calidad del aire.

El incendio forestal se originó la tarde de ayer en Guápulo, en el oriente de Quito, pero las llamas se extendieron hasta el Parque Metropolitano, el Cerro Auqui y la avenida Simón Bolívar.

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