
La plaza Meskel de esta capital acoge el evento con la presencia de latos funcionarios gubernamentales, incluida la presidenta Sahle-Work Zewde, el patriarca de esa Iglesia, Abune Mathias, junto con otros líderes religiosos.
Los sacerdotes entonan himnos, recitan plegarias y danzan desde antes de la puesta del Sol y hasta casi finalizado el día alrededor de una hoguera encendida. La festividad atrae además a turistas de varias partes del mundo.
Según las enseñanzas de la iglesia, el encendido de la hoguera en Demera simboliza los esfuerzos de la emperatriz Elena para encontrar la cruz, que estuvo enterrada durante muchos años bajo tierra.
En todos los estados regionales del país ocurren ceremonias similares que convocan a los residentes ataviados con trajes tradicionales y es una oportunidad para promover la reconciliación, la paz y la resolución de conflictos.
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