Según el titular de la Secretaría Nacional de Energía (SNE), Juan Urriola, esa medida se verá reflejada en una sensible disminución de la tarifa a partir del segundo semestre de 2025.
El funcionario enfatizó ante la prensa que para llegar a la licitación para el periodo 2025-2030, las entidades y empresas distribuidoras analizaron las variables y no solo el tema de precio, sino que consideraron la seguridad energética del istmo.
De acuerdo con su explicación, con la licitación a corto plazo, las empresas térmicas que no habían tenido contrato en los últimos años en el país obtendrán una oportunidad de participación.
Urriola puso ejemplos en la región como Colombia, Uruguay y Costa Rica donde de repente la situación cambió por falta de potencia.
En ese sentido, la importancia de ajustar las cantidades y contratar a las necesidades reales de la demanda, lo cual protege así a los usuarios de posibles aumentos por compras excedentes.
La contratación de energía está abierta a generadoras renovables como hidroeléctricas, eólicas, solares y de biomasa, con el fin de fomentar una transición hacia fuentes más sostenibles.
Entre las razones que condujeron a la licitación pública sobresale que a la fecha la distribuidora Elektra Noreste, S.A. (ENSA) presenta un faltante de potencia de energía, lo que produce riesgos en el costo de la tarifa de los clientes finales.
La licitación se dividirá en dos renglones, la contratación de potencia y la de energía, precisó.
Para el renglón de contratación de potencia podrán participar centrales de cualquier tipo de tecnologías, mientras que en el segundo renglón lo harán las empresas generadoras con renovables o energía limpia, es decir, las centrales hidroeléctricas, eólicas, solares y de biomasa.
A diferencia de licitaciones públicas previas, Urriola aclaró que en esta ocasión establecieron un formato diferente, donde los precios los establece el Gobierno.
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